Calidad de vida del adulto mayor postrado v/s la de su cuidador
En Chile actualmente hay una inversión de la pirámide poblacional, existiendo un aumento de los adultos mayores, siendo la esperanza de vida de 78,5 años. Esto ha generado que hoy en día exista una mayor cantidad de enfermedades crónicas que terminan en postración de los adultos mayores. Se puede definir como paciente postrado, a la persona que necesita el apoyo y ayuda total para realizar sus actividades básicas de la vida diaria.
Por este acontecimiento que va en aumento nacen algunas interrogantes como: ¿Qué es lo que prima: “Cuidar para ayudar a vivir y no vivir para cuidar”?, ¿Vale la pena postergar mi vida por una persona totalmente dependiente?. ¿El cuidador tiene el derecho a la libertad al igual que el postrado tiene derecho a ser ayudado? .
¿Se debe priorizar el rol de cuidador v/s el agotamiento, aislamiento social, autocuidado deficiente que se presenta en los cuidadores?
Como grupo creemos que la postración afecta a la persona, al cuidador, y a la familia de ésta, sin embargo el otorgar el cuidado es una opción de vida, un acto humano, que debiera ser compartido por toda la familia, y así mediante la comunicación y la ayuda mutua poder aliviar la carga física y emocional que le genera al cuidador, de esta forma se logrará unificar a la familia y dar cuidado de forma voluntaria y consciente.
Si la vida del paciente postrado se ve totalmente perjudicada y éste pierde todo tipo de independencia para realizar las actividades de la vida diaria y se le debe colaborar en todo, es entonces necesario que nos pongamos en el lugar de las personas postradas, para nadie es agradable depender de otros y estar en esta situación, por tanto, la EMPATÍA es algo que debe caracterizarnos como futuras enfermeras y que debemos promover en todas las personas. Nosotros podemos hacer su vida más llevadera, todo esto, a través del dar los cuidados necesarios y asistencia para satisfacer todas sus necesidades. Ahora bien, es claro que la vida del cuidador es sacrificada, y que muchas veces se le dedica muchas más horas al enfermo que a uno mismo y al resto de la familia, por esto creemos que es fundamental que las personas que son cuidadoras deben tener vocación para realizar su trabajo. Esta vocación es la que también debe caracterizarnos a nosotros como futuras profesionales de enfermería, para nosotras no debe ser un sacrificio entregar cuidados a los adultos mayores postrados, sino que tiene que ser un acto de amor y solidaridad hacia esas personas que más nos necesitan y que se sienten desvalorizadas en el estado en que se encuentran, he aquí nuestra misión, en la cual debemos promover sus derechos, entregarles energía y transmitirles ese positivismo y ganas de vivir , para poder hacerles entender que no son un estorbo, sino que son personas que tienen más requerimientos que otras y que están en todo su derecho de ser atendidas como corresponden, para que así finalmente se den cuenta el valor trascendental de sus vidas, y que la dignidad no se pierde ni disminuye por estar postrados.
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